Lo primero que tenemos que tener en cuenta antes de comenzar el molde para la fabricación de un encaje de vacío es la elección del liner. Para esto debemos tener el liner definitivo que usará el paciente en su prótesis y hay tres criterios importantísimos para comenzar:
- El revestimiento debe encajar perfectamente en la geometría del muñón sin huecos ni bolsas de aire.
- El revestimiento no debe alterar la forma de este.
- Debe de apretar a nivel proximal de rótula y muslo para disminuir las arrugas popliteas.
Si consideráramos la posibilidad de hacer un liner a medida, este se confeccionará previo molde con sistema de vacío para asegurar la compresión y tendremos en cuenta los posibles aditamentos de material extra que pudiera utilizar y que existen en el mercado.
Una vez que tengamos el ajuste perfecto del liner podremos pasar a tomar el molde para el encaje siguiendo este protocolo descrito por Ken Eick para AAOP en su programa de formación.
Toma de molde
Para ello debemos contar con el suficiente material para elaborarlo: vendas de yeso, máquina de vacío con capacidad para 15 a 20 mmHg y film plástico de cocina.
Empezaremos envolviendo el muñón con el film plástico para aislar el liner del yeso y preservarlo de las adherencias de este, teniendo además mayor facilidad de extracción del molde.
Dividiremos la toma en tres etapas:
- Férula de rodilla.
Confeccionaremos una férula de yeso para adaptar la cara anterior de la rótula y conformar la parte del encaje que correspondería a los límites de extensión. Para ello es importante en esta primera fase, colocar la rodilla en flexión de 90º durante el moldeado ya que, si no lo hiciéramos, el paciente no conseguirá doblar la rodilla adecuadamente al aplicar la succión al encaje.
Recortaremos una férula de al menos seis capas que extenderemos una pulgada por encima del tendón rotuliano cubriendo parcialmente la rótula. En su parte distal solo cubrimos la tuberosidad tibial pero no mas allá de esta. Extenderemos esta férula a nivel medial envolviendo la rodilla sin llegar a la parte posterior y sin hacer arrugas. Es muy importante no incluir la cabeza del peroné en esta primera fase.
Una vez aplicado, introducimos la bolsa de vacío y presionamos a ambos lados del tendón rotuliano con las yemas de los pulgares que determinarán la profundidad de la cavidad de este.
Una vez fraguado procedemos a retirar la bolsa de vacío.
2. Férula tibial y peronea.
Esta férula copiará la cara anterior de la tibia y la cabeza del peroné extendiendo desde la cara lateral del muñón hasta la medial envolviendo la cabeza del peroné. En su porción longitudinal abarcará montando proximalmente sobre la férula del paso 1 hasta 1/8 de pulgada de la punta distal de la tibia. Sobrepasar la parte distal de la tibia condicionaría el tejido blando por debajo de esta en momentos de carga.
De la misma manera que la férula anterior recortamos las dimensiones establecidas en férulas de 6 capas de yeso aplicándolas directamente sobre la férula anterior y moldeando la cabeza del peroné y tibia. Aplicamos bolsa de vacío con la misma presión utilizada anteriormente y manteniendo la rodilla en ligera flexión y en estado de relajación.
- Molde de tejidos blandos.
Una vez conseguida la unión entre las dos férulas anteriormente descritas aplicaremos un vendaje circunferencial al muñón junto con las férulas. Para ello utilizaremos 3 capas de espesor envolviendo todo hasta una pulgada por encima de la rótula y aplicaremos vacío.
La rapidez en esta maniobra, y en las previamente explicadas, es fundamental para que el vacío aplicado reproduzca fielmente el volumen del muñón en condiciones de presión.
Una vez elaboramos el molde procederemos a la rectificación y diseño del encaje, post que desarollaremos el próximo lunes.