Desde el sur de Francia, nos llega el llamado corsé “dinámico”. Un diseño innovador ideado por un equipo de especialistas franceses que ha obtenido grandes resultados en niños y adolescentes con escoliosis idiopática combinada o toracolumbar.
El CMCR (Corsé Monopieza Carbono Respetuoso con la respiración), por sus siglas en francés, tiene una capacidad de corrección inmediata de un 50 por ciento con respecto al ángulo de curvatura inicial, y consigue una mejora en la capacidad vital de un 21 por ciento, al finalizar el periodo de uso, según un reciente estudio.
El corsé, probado en 90 pacientes con una edad media de 12,5 años, alcanza sus mejores resultados en el Risser 3 o 4, es decir, al término del tratamiento.
También, su aceptabilidad por parte de los pacientes es muy elevada, como demuestra la diferencia de tan sólo un ahora entre el tiempo que el médico recomienda llevar la ortesis y el tiempo real que los jóvenes cumplen, de acuerdo con la investigación.
La comodidad del CMCR se debe a su principal característica: la capacidad de acompañar el movimiento de las costillas en la inspiración y expiración, gracias al uso del carbono y del polietileno que limitan al 10 por ciento el impacto de la ortesis sobre la capacidad pulmonar.
En el caso de las niñas, el corsé puede utilizarse a una edad temprana sin interferir en el crecimiento del pecho.
El equipo de expertos aplicó el sistema de Orten ® en el diseño de la forma externa del tronco. Se trata de un modelo no invasivo que sigue la evolución estética del cuerpo y permite una mayor calidad de vida de los pacientes durante el tratamiento, en comparación con otros tipos de ortesis.
En contraste con la rigidez del Lyon, el CMCR está compuesto de polietileno y carbono con soportes ajustables y móviles que proporcionan una presión permanente, en función de las costillas y de la columna vertebral.
Sin duda, el CMCR es un diseño innovador que mejora la vida de estos adolescentes y cuyas aplicaciones en la ortésica actual conviene seguir de cerca.